lunes, 17 de enero de 2011

ORGANOS SEXUALES

Sistema o aparato reproductor masculino

En la especie humana, el hombre produce los    gametos masculinos o espermatozoides.  Estas células trasmiten al nuevo ser    la información genética aportada por el padre.     
Las estructuras más importantes del sistema    reproductor masculino son los testículos, el epidídimo, los conductos      deferentes, la uretra, las vesículas seminales, la próstata y el pene.
Testículos
Son dos órganos cuya función es la    producción de espermatozoides. Se encuentran suspendidos en un saco externo    formado por la piel, denominado escroto. La función del escroto es mantener a    los testículos en un medio más frío que el del interior de la cavidad    abdominal.  Para que los    espermatozoides se produzcan normalmente se requiere de una temperatura 30°C menor que la temperatura corporal (37°C).
En el interior de los testículos existen    unos 250 lóbulos o compartimentos,    que contienen unos delgados tubos muy enrollados y apretados llamados túbulos seminíferos. Cada túbulo seminífero tiene un diámetro extremadamente pequeño y mide aproximadamente unos    80 centímetros de longitud.  Son las    estructuras específicas en que se producen los espermatozoides dentro del    testículo.
Funcionamiento    de los testículos. En el interior de los testículos y más    exactamente en los túbulos seminíferos, se produce la hormona testosterona. (Ver: Hormonas sexuales) Esta hormona    determina las denominadas características    sexuales secundarias, y que son:
Crecimiento    de la estructura del esqueleto.  Es común observar en los varones, alrededor    de los 12 años, un aumento importante de su estatura.  Esto se debe al crecimiento de los    huesos por el aumento del tejido óseo que provocan la acción de la hormona del    crecimiento o somatotrofina y la testosterona.  Se    produce también un ensanchamiento de los hombros que dan la apariencia de un    cuerpo más robusto que el de la mujer.
Los huesos del cráneo también crecen y    provocan el crecimiento de la nariz, de la mandíbula y de la frente; la cara,    en su conjunto, se ve más alargada en comparación con la redondeada que tenía    el niño.
Desarrollo    de la musculatura.  El varón experimenta un aumento importante    de su volumen corporal, debido al desarrollo de los músculos, más notorio en la    zona pectoral y abdominal, en los bíceps y en las piernas.
Cambios    en el tono de la voz.  La voz cambia de un tono agudo a otro más    grave, por la maduración de la laringe y de las cuerdas vocales. En este    período de cambio, es frecuente que aparezcan los conocidos    "gallitos", porque el tono de la voz sube y baja involuntariamente    mientras se está hablando. El desarrollo de la laringe es más notorio en los    hombres porque se produce además un abultamiento en la zona delantera del    cuello, que da origen a la llamada, comúnmente, "manzana de Adán",    tan característica en los varones.
Cambios    en la piel y en la distribución del vello.La piel del adolescente varón va engrosando, aumenta    la actividad de las glándulas sebáceas y, como consecuencia, aparecen las    llamadas "espinillas" y el característico acné juvenil.  Estas erupciones desaparecerán cuando el    cuerpo se adapte a los cambios hormonales, originados por una mayor producción    de testosterona.  Aparece también    abundante vellosidad en zonas del cuerpo del varón donde antes no existía: el    vello facial (bigote y barba) que da la oportunidad de comenzar a afeitarse;    vello en el resto del cuerpo, especialmente en las piernas, región pectoral y,    más abundante, en las axilas y en la zona púbica.
La extirpación de    los testículos en la pubertad hace que no se desarrollen ninguna de las    características sexuales secundarias en el varón (Eunucoidismo), ya que se    extrae la fuente de testosterona del individuo, además no existe la producción    de espermios por lo que el individuo queda infértil.
Regulación    hormonal. El funcionamiento de los    testículos está controlado por una glándula cuyo nombre es adenohipófisis.  Esta glándula ubicada en la base del cerebro, produce dos hormonas:    la hormona folículo estimulante (HFE), que regula la producción de espermatozoides y la hormona luteinizante (HL) que controla la    producción de la testosterona.
La producción de    espermatozoides en el hombre está regulada por la acción de hormonas, que se    mantiene constante desde la pubertad hasta la edad adulta.
Epidídimo
Es el órgano conformado por un tubo enrollado    cuya longitud aproximada es de 7 centímetros.  Se encuentra unido a los testículos por    detrás de ellos y su función es e1 almacenar temporalmente los espermatozoides    producidos en los tubos seminíferos para permitirles que adquieran    movilidad.  Este proceso se conoce    con el nombre de capacitación, y    requiere que los espermatozoides permanezcan 18 horas en el epidídimo, para    completarse sólo cuando éstos ingresan al sistema reproductor  femenino, donde puede ocurrir la    fecundación del óvulo.
Conductos deferentes
Éstos    son la prolongación del tubo contenido en el epidídimo. Su función es almacenar los gametos masculinos y transportarlos    desde el testículo hasta otra porción tubular denominada uretra.
Uretra
Es un conducto que transporta los    espermatozoides desde los conductos deferentes hasta el pene, para permitir su    excreción.
La uretra es también el conducto por el que    se elimina la orina.
Vesículas    seminales
Son dos glándulas que vierten a los    conductos deferentes el semen, líquido    viscoso en el que flotan los espermatozoides. El semen contiene agua y    nutrientes como la fructosa, un tipo    de azúcar que sirve de fuente energética para posibilitar el movimiento de los    espermatozoides en su camino hacia el óvulo femenino.
Próstata
Se denomina así a una glándula que segrega    sustancias específicas, las cuales, al mezclarse con el semen producido por las    vesículas seminales, favorece la supervivencia de los espermatozoides una vez    que ingresan al sistema reproductor femenino y ocurre la fecundación del óvulo.
Pene
El pene es el órgano copulador por el cual los espermatozoides son depositados en la vagina.  Está formado por un tejido esponjoso que    al llenarse de sangre se separa del cuerpo en un proceso denominado erección. El pene erecto tiene la    posibilidad reproductiva de introducir los espermatozoides del varón dentro del    sistema reproductor femenino, función que se realiza durante el acto sexual o cópula.
En la capacidad de introducir    espermas no tiene ninguna influencia el tamaño del pene.
Respecto a este punto, no existe    ninguna encuesta científica ni estudio que indique algún tamaño como promedio    ni menos como ideal, habiendo algunos de pocos centímetros hasta otros de    quince o dieciséis.  No existe    tampoco ninguna correlación entre el tamaño del pene en estado de flaccidez y    su estado de erección. Esto significa que un pene pequeño puede alcanzar,    proporcionalmente, mayor longitud que otro de más tamaño.


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